Confesión

En ocasiones como esta me gustaría que las lágrimas brotaran de mi cual Magdalena, en cambio siento esta pesadumbre en el pecho y me la paso suspirando, deseando algo mejor, rogando por ese cambio. ¿Servirá si le rezo a alguien? ¿A quién?
Yo suelo estar de buen humor pero en días como hoy no puedo evitar sentirme súper cutre.
Platicando con Gigi, ella me hizo darme cuenta que después de todo no ha sido tan malo pues gracias a él he conseguido todo lo que he querido. No hay lujos ni cuestiones onerosas en mi vida. Afortunadamente no hay carencias y eso para mi ya es la gloria. Debo reconocer que gracias a ésta chamba me pude independizar (emancipar como dice Ro), pagarme mis viajes que si a Cancún o que si a España porque a la chiquita le gusta pasearse, y ya estoy pagando mi coche. Lo agradezco profundamente y de todo corazón en un mundo donde miles se mueren de hambre.
Pero el enamoramiento hace mucho terminó, necesito actividades nuevas, responsabilidades diferentes y posibilidades de desarrollo.
La razón exacta de mi tristeza no se las puedo decir, por cierto, saludos a los chicos de sistemas que tarde o temprano se enterarán de la existencia de este blog.Sé que ellos me entienden, de lo contrario no llegarían tan tarde tan seguido y súper arreglados. Suerte, yo también les deseo lo mejor.

Je me sens demotivée et profondément triste.