Viviendo, nada más, viviendo

A veces siento que me equivoqué, que la regué.
Ni modo decidí correr el riesgo y como bien me recordó Gustavo: “A man who makes no mistakes makes nothing at all”. Así que mejor aventarme y ver qué pasaba que quedarme en la mediocre posición de no hacer nada aun queriendo y sobre todo pudiendo.
La disyuntiva entre el pasado delicioso pero infructífero y el futuro que traía consigo una promesa. La respuesta: El presente; venga, echémosle toda la carne al asador, la artillería pesada y démosle la bienvenida al futuro.
Pues no funcionó.
Qué pena, hice las cosas bien, nada con las patas todo bien hecho. Yo me hago responsable de haber tenido fe, de actuar de acuerdo a mis creencias, de sí saber lo que quiero y por lo tanto no hay arrepentimientos aunque sí una gran duda: ¿Exactamente por qué fue?
Sí, ya sé que hay preguntas que se quedan sin respuesta y me choca tener que lidiar con eso.